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Kevin Brown| 19 de marzo de 2020 | 1,857 vistas
Acceso global a la energía para una mejor vida Enviar por correo electrónico52Compartir2
Un estudiante de maestría en administración de empresas le preguntó a Warren Buffett qué haría para ser más feliz, si pudiera volver a vivir su vida. Eso fue en 1998 cuando Buffett estuvo en la Facultad de Administración de la Universidad de Florida. Respondió, y estoy parafraseando aquí, que si le dieran la oportunidad de vivir su vida de nuevo, probablemente no la tomaría.
Hizo una analogía con la idea de sacar pelotas de un cañón: 5,800 millones de pelotas representan el número de personas en el planeta. La posibilidad de que un estudiante eligiera uno y terminara siendo estadounidense y en la facultad de administración, era extraordinariamente improbable. Preguntó a los estudiantes si querían arriesgarse a tomar una segunda oportunidad a ver qué les tocaba en la vida.
«La mayoría de ustedes no querrán devolver la pelota al cañón», dijo. «Entonces, lo que realmente me están diciendo es: «En este momento, soy parte del 1% más afortunado del mundo y estoy sentado en esta sala…» Soy parte del 1% más importante del mundo». »
Más que un desafío técnico
Pienso en los comentarios de Buffett cuando surge el tema del acceso confiable a la energía porque la suerte y el lugar donde uno vive tiene mucho que ver con ella. Como líder en la transformación digital de la gestión de la energía y la automatización de más de 100 países, Schneider Electric considera que el acceso a la energía es un derecho humano básico. Pero es un derecho humano básico que no tienen aproximadamente mil millones de personas en el mundo.

Creo que este acceso es un pilar fundamental para el desarrollo económico y también entiendo que el acceso a la energía es mucho más que un reto técnico. La mayoría de las personas sin este acceso vive con menos de dos dólares estadounidenses al día.
En mi trabajo con soluciones innovadoras para centros de datos, tuve la oportunidad de viajar a todo el mundo y presenciar la pobreza extrema, de conocer cómo es la vida cuando no se vive en un país con acceso confiable, es más, con acceso, a la electricidad para satisfacer nuestras necesidades básicas. Quiero dejar algo en claro: no estoy hablando de presionar un botón y que se abra la puerta de la cochera ni para empezar a preparar el café. Me refiero a aquellas necesidades fundamentales, tales como el acceso al agua potable, la educación, las luces interiores y la atención médica.
Las soluciones fuera de la red serán fundamentales para alcanzar el éxito
La ONU estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, y el número 7 es el acceso a la energía limpia y asequible para todos.
De los casi mil millones de personas que no tienen acceso a la electricidad, la mayoría se encuentra en el África subsahariana y el sur de Asia, de acuerdo con el Banco Mundial, que proporciona financiamiento, asesoramiento e investigación a las naciones en desarrollo para ayudar a su progreso económico. El Banco Mundial dice que esta falta de electricidad es una barrera fundamental para el progreso de una gran parte de la población mundial. No es de extrañar que afecte a una amplia gama de indicadores del desarrollo, tales como la salud, la educación, la seguridad alimentaria, la igualdad entre los géneros y la reducción de la pobreza.
Si bien se ha logrado un progreso constante en el suministro de acceso a la electricidad en el último decenio, el mayor desafío siguen siendo las áreas remotas del mundo. Un informe del Banco Mundial dice que: «para conectar a los más pobres y a los hogares a los que resulta más difícil llegar, las soluciones fuera de la red eléctrica, incluida la iluminación solar, los sistemas solares para el hogar y cada vez más minirredes eléctricas, serán fundamentales».
Acceso a la energía: Life is On
Schneider Electric inició su ambicioso programa de Acceso a la Energía en 2009 para intentar ayudar a enfrentar este desafío. Desde entonces, el programa ha ayudado a 27 millones de personas a tener acceso a la energía.
El acceso a la energía aborda su misión de manera creativa. Una de sus muchas soluciones proporciona energía a las áreas que se encuentran fuera de la red eléctrica, otra para situaciones de emergencia con la capacidad de instalarse en el sitio en menos de 30 minutos, lo que es fundamental para proporcionar electricidad en emergencias humanitarias. Otra solución proviene de la red eléctrica, paneles solares o baterías, dependiendo de la disponibilidad.
Observemos más en detalle un proyecto específico. Se lleva a cabo en el norte de Costa de Marfil, donde Schneider Electric, junto con la Agencia Francesa de Desarrollo y el Instituto Europeo para la Cooperación y el Desarrollo, equiparon una cooperativa agrícola para mujeres con dos molinos, una máquina amasadora y refrigeradores alimentados por una microrred solar de 25 kW. Se dio apoyo en las capacitaciones sobre gestión contable, Microsoft Word e internet impartidas a los miembros de las cooperativas y se distribuyeron 200 kits solares y lámparas a los hogares más vulnerables de la aldea.
Más allá de suministrar los equipos, Schneider Electric se asocia con organizadores educativos locales y globales sin fines de lucro para capacitar a los residentes de estas comunidades en el prometedor mercado de trabajo de la energía renovable y apoyar a los emprendedores en el ámbito energético.
Schneider Electric se esfuerza por proporcionar acceso a la electricidad a lugares donde no cuentan con ésta, y me siento optimista respecto a ese acceso. Tiene el potencial de hacer posibles todas las cosas valiosas que sólo se pueden lograr gracias a la electricidad, cosas que la mayoría de nosotros – pero no todos – disfrutamos todos los días.
Obtenga más información sobre el programa de Acceso a la energía de Schneider Electric.